Esta es la sexta parte de la serie Rejuveneciendo mi Laptop en la que narro, componente por componente, el proyecto en el cual busco darle una nueva vida a mi vieja laptop. Para la tabla de contenido, visita el primer post: Introducción: los problemas.
Temperatura, parte 1: una batalla perdida
La laptop siempre ha presentado problemas de calentamiento. Recuerdo, incluso, que por allá de 2014, a un tiempo de usarla al 100% de su capacidad de procesamiento con cuatro núcleos, el CPU alcanzaba 89 °C y la protección apagaba la laptop automáticamente. Estos problemas no eran tan obvios porque nunca fui mucho de usar juegos ni aplicaciones tan demandantes. Se volvió evidente al hacer los primeros intentos de grabar y procesar video para publicar presentaciones y charlas del Gultij y del Software Freedom Day en Tijuana.
Una opción que usé un tiempo fue limitar el uso a N núcleos para evitar sobrecalentar la laptop. Lo que hacía era anteponer cpulimit -l N*100 a cada instrucción. Por ejemplo, para limitar un proceso a 2 núcleos, usar un valor de 200. Desafortunadamente esto requiere de alterar scripts y hacer uso de otros trucos indeseables.
Total, que se siguió degradando después de tantos años de uso y sin haberle dado nunca una limpiada. Para 2018 ya no bastaba con limitarla a 3 núcleos: ¡ya no podía exceder de 1 CPU en plena carga (de los 4 virtuales) por más de unos cuantos segundos! Literalmente, la capacidad de mi laptop estaba reducida al 25% de su capacidad de procesamiento.