En días recientes me he enterado de que en los medios de comunicación se habla del voto nulo, y se está haciendo polémico porque algunos comunicadores están optando por anular su voto y anunciarlo públicamente.
Mi «yo» reactivo pregunta inmediatamente ¿por qué ahora, cuando ya se aprecia una sutil diferencia, cuando los partidos por fin están haciendo mejores campañas, cuando no nos están llenando las calles de basura, cuando no se derrochan tantos millones de útiles pesos, cuando hay más anuncios con propuestas específicas, cuando por fin es menor la cantidad anuncios chisme del tipo «no votes por él porque cuando estaba en la primaria le robaba su sandwich a la niña de los lentes, por lo tanto va a destruir a México»… ¿Por qué es ahora cuando vamos a anular el voto? ¿Por qué vamos a decirles que no nos gusta ese avance?
Hace 3 años publiqué una entrada en este blog titulada «Voto nulo vs. abstinencia«. ¡Cuándo iba yo a imaginar que tres años después surgiría en los medios de comunicación una expresión de protesta con un argumento similar: «no estoy de acuerdo con ninguno, por lo tanto, anulo mi voto»!
Me resulta chuzco que se de una coincidencia de ese tamaño, pero esto no es lo que nos ocupa hoy. Inicialmente no iba a escribir al respecto, pero me llamó un amigo y me pidió que leyera este artículo del periódico: Voto al caño. Platicando con mi amigo, recordábamos cómo yo planteaba que sería muy interesante que hubiera más votos nulos que votos por el candidato ganador. Pero no va más allá de «ser interesante» desde el punto de vista del análisis político.
Para recordar: hace tres años mi pugna no era en favor del voto nulo, sino contra la abstinencia electoral. Pugnar por el voto nulo (ahora lo entiendo mejor) sería tanto como promover el voto a favor de algún partido en específico. Hace 3 años invitaba a aquellas personas que no querían asistir a ejercer su derecho (y solamente a ellos) a que asistieran, aunque anularan su voto.
Creo que es mejor levantarse (temprano) ese domingo, ir a la casilla, hacer nuestra fila (larga o corta) y registrar nuestro voto como nulo. La primera vez que yo hice esto, algunos conocidos me calificaron de tonto.
Ese mensaje no debe malinterpretarse, y por eso fue aclarado en un comentario posterior:
El título de este post es “Voto nulo vs. abstinencia” y el objetivo es invitar a todos aquellos que decidan no ir a votar a que hagan lo contrario, así anulen su voto o voten por cualquier partido de sus convicciones, por pequeño que sea.
Si no hubiera yo anulado mi voto en ese entonces, no hubiera ido a votar. Hubiera manifestado un total desinterés por mi país; no así al asistir y anular mi voto. Cumplí con mi obligación como ciudadano y ejercí mi derecho. Y todos debemos cumplir con esa obligación. Anular mi voto también es mi derecho. Es una cuestión de principios, no de moda ni de comodidad.
El reflejo que pudiera tener ese voto nulo en el resultado de la elección debe ser analizado. Tanto el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales como nuestra Constitución Política están publicados en Internet, y dicen que el presidente de México se elige por «mayoría relativa«. En una mayoría relativa, un voto nulo es un voto inútil, es equivalente a no asistir, a abstenerse. Si todos anularan su voto menos 1, ese «1» decidiría al nuevo presidente. Dicho de otra manera: para efectos de resultados (y sólo para efecto de resultados) da lo mismo abstenerse de votar que ir y anular el voto.
Pero para las estadísticas y los análisis políticos, no. En los resultados para Presidente de la República, en 2000, publicada en la página del IFE, se muestran dos columnas, una con los votos nulos y otra con los candidatos no registrados (sí, se supone que puedes votar por quien tú quieras). Y esto sirve para que se refleje en frios números uno de los más importantes asuntos de nuestro país: la iniciativa y cultura de su gente.
¿Alguien notó que en 2000, fueron más los votos nulos, que los votos por algunos de los partidos, como el PARM, el PCD y el no-sé-qué SOCIAL? ¿Qué hacen estos partidos? ¿Alguien notó que en 2006, fueron más los votos nulos, que los votos por Nueva Alianza?
Del voto útil
Y hace 3 años también recibí un comentario muy interesante de Alfredo, quien mencionaba que no estaba de acuerdo con votar por los «partidos pequeños», mostrándose más a favor del «voto útil». Y sus razones reflejan un mundo mental en el que se vive con otro modo de pensar. Las experiencias de la vida son diferentes y por lo tanto se manifiesta en otras prioridades y motivos —que totalmente respeto—. Pero desde mi punto de vista, este concepto de «votar por el que creo que vaya ayudar a que no gane el otro» es una especie de traición a los principios de uno mismo, especialmente cuando se reflejan en un acto que es totalmente libre y secreto, donde no hay premios ni represalias. Es como la metáfora de los cangrejos: «fregar al otro».
Echamos a la basura la única oportunidad de decirle a México lo que realmente pensamos. Sí, por supuesto, suena romántico, pero a cuántas personas no las hemos oído decir «sí, me gusta mucho su propuesta, pero ni va a ganar…» Hay unas estadísticas que también escribí en un comentario posterior:
Los totales muestran que [en 2000, Vicente] Fox ganó gracias a 15.9 millones de votos. En la estadística de abstencionismo el número es impactante: 21.1 millones de votos callados. Si —ni siquiera el 100%— tan sólo el 75% de esas abstenciones hubieran ido a cierto candidato de un “partido político pequeño”, ese “pequeño” hubiera ganado la presidencia de la república.
¿No es suficiente? En el 2000, si 3 de cada 4 personas que pensaron «ni para qué voto, si de todos modos va a ganar XYZ» hubieran votado por el mismo «partido pequeño», ese partido hubiera ganado la elección. Así de drástico. ¡¿Qué otra prueba se necesita?!
En 2006 la historia se repitió y fue más drástica: 29.5 millones de abstenciones, y Felipe Calderón ganó con 15 millones de votos.
El concepto del «voto útil» pudo ser funcional cuando se tenía la firme intención de derrocar un partido. Hoy en día, las fracciones parlamentarias están mucho más equilibradas en cantidad. Ya no es un solo partido el que tiene presencia en el Congreso. Ya no es necesario votar por un partido «de oposición» para que pierda el otro. Hoy en día ya «todos son de oposición».
(Quiero aclarar que estas conclusiones son verdaderas cuando se asume que la lista nominal está sana, es decir, que no contiene a gente falsa, difunta, incapacitada para presentarse, etc.)
En conclusión
A ti, lector, te pregunto: ¿la convicción por tu ideología depende de la cantidad de gente que piensa igual que tú? ¿Conoces la Paradoja de Abilene?
Tal vez debí ser más cuerdo en ese entonces. Tal vez debí decir «ve, vota por quien quieras, y deposíta tu boleta en la urna; haz lo que quieras, pero ve a la casilla». Después de todo, el voto es libre, secreto, y sobre todo, respetable, ¿o no?
Entonces, ¿por quién vas en 2009? No me lo contestes.
(De antemano: los comentarios propagandistas serán bloqueados, y el juez soy yo… y encima soy humano.)
Entiendo tu punto de vista. Y es que en una democracia gana la mayoría y por ello los intereses y necesidades de las minorías son ignoradas. Es parte de este sistema político.
Ahora, parte de la iniciativa de votar nulo y magnificada por los medios (que quizás de otra forma ni se hubiera enterado el grueso de electores) es por razones de hartazgo de los excesos y fallos de los diputados, es decir, es particularmente en contra de estas elecciones para renovar la Cámara. En una elección tan importante como la del Presidente de la República tendría más sentido votar por un candidato ciudadano en lugar de votar nulo.
Yo también pugno porque la gente vaya y acuda a la casilla, vote por quien vote (o por quien no vote) pero es irresponsable no acudir siquiera. Algo que me da risa es que como excusa de abstenerse usan lo de «de todos modos no va a cambiar nada» y yo digo «si no cambias tú primero ¿cómo esperas cambiar el país?»
Otro manejo de los medios de comunicación hacia el pueblo méxicano que realmente no se da cuenta que con un voto nulo es no darse a conocer que necesitamos cambios.
Una compañera del trabajo me lo mensiono y cúando me dijo eso del voto nulo yo le dije «No hay cambios porque no empezamos a cambiar nosotros» en otros paises ejemplo Francia el gobierno le teme al pueblo, porque cada véz que el pueblo se da cuenta o no quiere algo sale a manifestarse y aqui no sucede lo mismo, aquí nosotros los mexicanos prefieren ver el partido de la selección mexicana que tantos fracasos tiene en lugar de ir a expresar su opinión de alguna manera.
En las platicas que se impartierón en la univer se toco el tema de que tanto «Mexico apuesta por cosas como el futbol siendo tan malos y no apuestan por sus cientificos siendo que tienen una muy buena calidad», y esto no nadamas en mexico en españa ya también se esta haciendo eco sobre estos temas, pero bueno creo que me sali del hilo.
Un voto en blaco o nulo no es protestar, simplemente es negarte a tí mismo la oportunidad y el derecho de cambiar las cosas.
Todo mundo hace leña del árbol caído. Con tal de ganar, muchos sacarán provecho de promover el voto nulo, dado a que afecta a los partidos pequeños.
Es difícil hacer entender a la gente que si votan a consciencia las cosas van a cambiar, porque el nivel de vida es tan bajo que por una despensa o 200 o 300 pesos que les van a dar por ser observadores de casilla por X partido venden su voto al mencionado.
Mi madre me comentó lo de ser observadora de casilla, el partido X la «invitó». Platiqué con ella pero no creo que me haga caso 😛
Mi hermana fué a un «convivio» del día de las madres donde el candidato del partido X le regaló una despensa con el sello del gobierno X. Me comentó que votará por el otro partido X jejeje.
Una compañera en el 2006 me dijo que votó por el candidato X, el que «ganó» la presidencia, porque el otro candidato «era un peligro para el país»… de seguro vé únicamente al carnal de las estrellas 😛
A lo que voy es que nos falta mucho, pero expresando nuestras ideas de esta forma, por estos medios llegamos a mucha gente. Tambien podemos hablar del tema con nuestras familias. Uno que otro cambiará su forma de pensar…
Lástima que el candidato de las botargas no esté presente en esta elección jajaja
Querido amigo TAVOLIS (Octavio Alvarez), primero ponle tildes a mi comentario porfavor ya que el teclado desde el que escribo es un bodrio… en fin. Yo estoy casi seguro de que TU eres el responsable de que tanta gente del pueblo y comunicadores principalmente esten hablando de votar en blanco y tambien estoy seguro de que yo ayude a que tu idea permeara al menos en Tijuana porque en algunas ocasiones desde mi programa de radio yo mismo promovia tu idea, la cual en aquel entonces me parecio bastante buena, con la salvedad de que yo invitaba a la gente no solo a anular con la palabra «Nulo» su boleta sino que escribieran una frase de protesta como: «Ninguno de ustedes me parece digno de representarme» o «Bob Esponja me parece mejor candidato que todos juntos, porque aunque es tan estupido como ustedes,al menos me hace reir».
El caso es que verdaderamente ni tu ni yo tenemos la responsabilidad de lo que hoy es ya un fenomeno social nacional, obviamente es mera casualidad.
En fin, creo que yo con mi articulo del Frontera «Voto al Caño» y tu con tu presente redaccion hemos dicho bastante al respecto. Solo me queda agradecer a la gente que lee tu blog, porque parecen personas bastante pensantes y sobretodo «tolerantes» ante las opiniones ajenas, podran no estar de acuerdo con nosotros pero como dijo Voltaire «con gusto darían su vida por ayudarnos a defender nuestro derecho de expresión» -bueno eso espero jejejeje.
Hay que votar, que nuestras quejas, insatisfacciones y gritos de protesta se conviertan en votos y preferetemente que ninguno de estos se valla al caño.
Muy buen artículo por cierto, si yo pensara diferente estoy seguro que me hubieses hecho dudar sobre mi postura. Y al fin encontré como poner tildes, pero me dio flojera corregir los primeros párrafos jajaja. Un fuerte abrazo a todos.